Desde hace algún tiempo, y casi inintencionadamente, he ido clasificando las secuelas de algunas películas en dos grupos:
- Las "grandes" (o más bien grandilocuentes), aquellas que por sus pretensiones, al margen de su calidad, acaban conviertiendo a su predecesora prácticamente en un prólogo (Aliens, X-Men 2, Spiderman 2, Las dos torres …).
- Y las que yo llamo "secuelas de vocación", películas modestas (en intenciones) que sólo pretenden explotar el éxito de la predecesora, continuando su argumento a partir una pobre excusa y repitiendo o ampliando algunas escenas célebres de aquella. Muchas de estas acaban en DVD.

La película es entretenida, está bien hecha y estos humanos rabiosos dan bastante más juego que los zombies de toda la vida, aunque su función sea la misma que en las pelis de Romero: Proporcionar casquería, criticar el militarismo y mostrar que el hombre, especialmente bajo tensión, es un lobo para el hombre.

Pero no todo brilla, y, a pesar de no ser habitual en el cine patrio, supongo que a Fresnadillo no le ha debido de quedar otro remedio que incluir los ticks clásicos del cine de terror anglosajón: la manía por cerrar argumentos cuando no hace falta, las bochornosas casualidades, los golpes de efecto… Pero no se me asusten, que lo hace poco y no molesta demasiado.
Espero no haber echado p'atrás a nadie, que, tontaditas aparte, la película se merece sus 6€ o 7€ de entrada.
Eso sí, es para estómagos fuertes...
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