29 de enero de 2008

Leyendo Manga... o Manhwa... ¡cómic oriental, vamos!


¡Qué cosa lo de hacer propósitos de Año Nuevo! Si te pones muy serio con el tema, la mayor parte de las veces no consigues cumplir ninguno. O te cansas en 4 días, vamos. En cambio, otras veces resulta que ya estás haciendo lo que medio te habías propuesto casi sin darte cuenta.

En fin, todo ésto viene a cuento de que siempre me he cerrado en banda al Manga y llevaba un tiempo pensando en cambiar éso, aunque sin saber muy bien por dónde empezar. El caso es que hace unos días, y casi sin habérmelo planteado, me descubrí a mí mismo leyendo dos cómics orientales: Monster, de Naoki Urasawa, y Gato Z, de Byun Ki-Hyun. ¡Sopongo que el subconsciente manda!

Eso sí, como primera experiencia me da que no he arriesgado mucho, porque parece que ambas obras tienen bastante influencia occidental. De todas formas, no dejan de sorprenderme las idiosincrasias propias del género (y eso que ambas tienen bien poco en común): Ritmo dilatado, primeros planos de personajes, abundantes onomatopeyas, más primeros planos, metáforas visuales...

Metáforas visuales, je. Lo que me he podido reir con ésta (muy poco sutil) de Gato Z:

Pobre crío, pero ¿quién no se ha sentido así alguna vez? ¡El alivio que da descargar!

Lo dicho. Ambas lecturas han supuesto una experiencia de lo más interesante. A Monster me gustaría dedicarle un post (o varios) (o igual ninguno...) cuando la termine. Sea cuando sea eso, que voy más o menos por la mitad y son 36 tomos de 100 páginas. Lo mínimo que puedo decir por ahora es que engancha cosa mala, que el dibujo es una maravilla, y que... ¡¡Aupa, Doctor Tenma!! ¡Qué grandísimo personaje!

Por su parte, Gato Z no engaña: Lo más destacable es el dibujo, que combina, con mucho arte, técnica clásica y digital. La narrativa, en cambio, no me convence, aunque puede deberse a que soy profano al Manhwa y necesito cierto acondicionamiento. En cuanto a la historia, no me desagrada pero tampoco me he enterado del todo de qué va:
Hay unos niños secuestrados en un parque de atracciones, un tipo disfrazado de gato superhéroe al que parece que se le va la cabeza, una chica que está dejando atrás la niñez, un supervillano que no se sabe si existe, saltos entre realidad y fantasía...

A falta del segundo tomo, en el que concluye la trama, prefiero no opinar. Las ideas que se plantean son interesantes y la ejecución excelente, pero no sé si estoy leyendo una parida o una obra con cierta sustancia. Ya se verá.


¿Alguna otra recomendación Manga? Seinen a ser posible...

24 de enero de 2008

Reseñando: CW Iniciativa 0, AIDP: La máquina Universal, Concrete 7


El ordenador medio cascado, el blog medio abandonado y el lápiz que me da alergia... Una buena oportunidad para leer cómics en papel. Además, hacía tiempo que no compraba tantas novedades de golpe. ¡A reseñar!

Civil War: La iniciativa 0
¿Y para qué me compro ésto? Si no tengo ninguna intención de seguir el enésimo crossover de Marvel... Pues la respuesta es fácil: Son 80 páginas por 2 € y el cómic interior está dibujado por Marc Silvestri, mi autor fetiche.
¡Seré cafre! El cómic no es más que una sucesión de páginas promocionales del Universo Marvel post-CW. Warren Ellis y Brian Bendis "escriben" con el piloto automático, y Silvestri ofrece un muestrario de lo peor de sí mismo: Poses, splah-pages, globos pectorales (me niego a llamar tetas a éso) y rayitas y más rayitas.
Las entrevistas, invadidas por el espíritu de ComoMolo, tampoco aportan nada. Son meras traducciones de las que hizo Marvel Spotlight a los autores implicados, y en las que, por cierto, no estaba incluido el único autor patrio, Francis Portela (ex-profe mío de la Escola Joso que está empezando a picar colecciones de cierta envergadura). Algo que podrían haber subsanado en Panini, pero han optado también por el mínimo esfuerzo.
Lo mejor: Es barato.
Lo peor: No compensa.
Para cafres como yo.

AIDP: La máquina universal
¿Alguien lee ésto? (No, no me refiero al post, sino al cómic). Pues es una lástima (sigo refiriéndome al cómic), porque AIDP es una colección entretenidísima. Es como leer Hellboy pero sin Hellboy. Es decir, sin Mignola. Aunque este tomo tiene truco y se le nota: John Arcudi y Guy Davis cogen una historia corta de Mignola sobre un coleccionista paranormal (en todos los sentidos) y la entremezclan con diversas relatos sobre cada uno de los protagonistas para así poder alcanzar los clásicos 6 números de las miniseries de la AIDP.
A pesar de todo, los autores lo tejen bastante bien, centrando la trama en un tema común: La vida y la muerte. Kate Corrigan intenta devolver a la vida al homúnculo Roger, poniendo en peligro la suya propia, mientras el resto del elenco relata experiencias próximas a la muerte. El espíritu de Mignola lo invade todo, hasta el dibujo de Davis, que afortunadamente logra mantener su toque personal.
Lo mejor: La magnífica ambientación.
Lo peor: Los clásicos precios Norma.
Para aficionados al terror paranormal.

Concrete 7: El dilema humano
Otra serie que sospecho que no lee casi nadie. Y otra verdadera lástima, porque Concrete es un cómic profundo, intenso y ameno. ¡Vamos, que se merece un post aparte! Pero ahora me centraré en este tomo, que sirve para cerrar la recopilación que ha ido publicando Norma estos meses.
En él, Paul Chadwick aborda el tema de la superpoblación. Al igual que en otras de sus aventuras, el hombre con cuerpo de piedra acaba siendo manipulado por una asociación que, apelando a sus muy humanos deseos, quiere que promueva una iniciativa tan interesante como mal enfocada: Un proyecto de concienciación sobre la natalidad que implica la esterilización de sus participantes.
La iniciativa pronto empieza a generar una nube de polvo mediática que eclipsa el debate y, del mismo modo, la trama del cómic parece dejarse eclipsar por la crítica hacia los medios de comunicación.
Mientras tanto, los personajes habituales y las tramas secundarias aportan más datos para la reflexión sobre el tema principal, y proporcionan a la vez momentos de una gran intensidad emocional y alguna sorpresa inesperada. Lástima que Chadwick cierre la saga de forma un tanto abrupta. Los cabos sueltos quedan atados, sí, pero te quedas con ganas de saber qué les ocurrirá a los protagonistas a partir de ahora.
En cuanto al dibujo, al autor se le empiezan a notar los años, algo que suele ser positivo para la narración y no tanto para el acabado.
Lo mejor: Los subidones emocionales.
Lo peor: Que se acabó lo que se daba.
Para los amantes del cómic en general.

Hala, hasta dentro de muchos días... Jo.

13 de enero de 2008

Top Ten: ¿Dónde está SuperWally?


Sin que sirva de "presidente", hoy voy a recomendar un juego. Se llama Top Ten y lo podéis encontrar a muy buen precio en cualquier libreria especializada. Incluye además un excelente cómic de 352 páginas, en una cuidada edición, que ha sido realizado por los ilustres Alan Moore, Zander Cannon y Gene Ha.

El juego es ideal para tardes de sábado o domingo, sólo o en compañía de amigos (frikis, eso sí) y las reglas son muy básicas: Abra el cómic por cualquier página e intente identificar los personajes homenajeados por el plantel de secundarios que pueblan sus viñetas.



Aquí van un par de ejemplos (mejor ampliar para jugar):
Si mis ojillos paquidérmicos no me engañan, por esta viñeta se dejan caer las versiones "Era de Apocalipsis" de Pícara, Dientes de Sable y Chico Salvaje, además del pato Donald, Green Lantern, Sandman y su equivalente Marveloso, Spock, ¿un Doctor Extraño?, ¿un Hércules/Capitán Britania?... Por no mencionar la cachondísima versión de la clásica Crisis en tierras infinitas. ¿Alguien se anima con los que me he dejado?

Y en este otro impagable momento en el que una riña de gatos y ratones acaba en crossover con entidades cósmicas incluidas se pueden ver: Galactus, ¿El Orden y el Caos?, Wonder Woman, el Detective Marciano, Aquaman, Batman y Robin, ¿el Capitán Marvel?, ... ¿Alguna ayuda con los demás?

En cuanto al cómic que acompaña el juego, sus historias pueden ser un perfecto entretenimiento para todos los que disfrutan con los superhéroes y las series policiales, ya que Moore combina ambos géneros con una naturalidad pasmosa. A pesar de su ritmo tranquilo, la lectura resulta increíblemente entretenida, los protagonistas te contagian su carisma desde la primera aparición, y los dibujos de Cannon y Ha son simplemente perfectos.


Más páginas de ejemplo en futuros posts.

Más merchandaisin Utomate


Con un poco de retraso ha llegado mi último regalo de cumpleaños. Vamos, que casi me lo han traido los Reyes Magros, pero todos los regalos son bienvenidos, y más si forman parte del creciente Merchandaisin Ultomatero. En este caso, a mi colección se ha unido esta camiseta tan molona:

¿A que queréis una? Pues una vez más me temo que es un ejemplar exclusivo. Tan exclusivo que, por pura casualidad, según dicen mis regaladores, coincidió que la marca de las camisetas estaba en consonancia con el mismísimo Ultomateverso.

Más de cerca...

Promodoro, la marca es Promodoro, ¡manda cohone!


¡Muchas gracias, Bea, Nani!

9 de enero de 2008

Concursos de cómic para profesionales


Leía ayer en varios sitios la siguiente noticia: "Jorge González gana el I Premio Internacional de novela gráfica FNAC/Sins Entido."

Lo primero es dar la enhorabuena al ganador, cuyo proyecto sin duda se merecerá dicho reconcimiento, y el cual espero leer en el futuro. Lo segundo es dar la enésima colleja a la "industria" del cómic en España, porque este tipo de concursos sólo consiguen recalcar su lamentable estado y dejar por los suelos el ánimo de los no profesionales, como es mi caso.

No, si os lo estáis preguntando, no llegué a presentarme, aunque planteé un proyecto completo de guión e incluso dibujé unas 10 páginas, pero mi escaso tiempo (hay que trabajar de algo para pagar la hipoteca) y mi falta de seguridad me hicieron abandonar unas semanas antes de la fecha de cierre. Y es que además estaba cantado que el ganador ya tendría un mínimo curriculum comiquero a sus espaldas, como ocurrió hace un par de años con el concurso de Norma.

Qué triste, ¿no? Que los profesionales o semi-profesionales tengan que presentarse a concursos editoriales para poder publicar sus obras. Obviamente, la oportunidad no es para dejarla pasar: Que tu obra esté visible en cuanto se accede a la planta correspondiente de la FNAC te garantiza unas ventas (y proyectos futuros) con los que ni podías soñar. Chapeau por los ganadores, en serio, sin duda se lo merecen.

Y es que al final ésto no deja de ser como una oferta de empleo de una empresa, el objetivo es encontrar al más capacitado, al mejor de los mejores, para así asegurarte una buena rentabilidad... a cambio de 4 perras y mucha ilusión por parte del ganador.

¿Y qué opciones nos quedan a los aficionadillos? Pues las mismas de siempre: Practicar, seguir preparando proyectos e intentar meter la cabeza en donde se pueda, porque está claro que los concursos de peso (los locales no abren muchas puertas, por desgracia) no nos van a ayudar a dar ese paso. De nuevo como ocurre en las empresas, la mejor forma de coger tablas en una profesión es trabajar como profesional, así que, si no tienes un talento desmesurado, confórmate con subir páginas a tu blog, dibuja mucho (si te lo puedes permitir), y ponle una vela al Santo Kirby (o mejor a San Moebius, que es europeo).

Ése parece ser el mensaje. Aunque el cómic en España esté saliendo de su situación marginal, como dice a menudo Álvaro; o incluso haya un premio nacional (¿o a toda una carrera?... Aún es pronto para afirmarlo). Sólo espero que no confundan dignificación con elitismo, porque entonces los futuros autores lo tendrán igual de jodido que siempre. Que ahora.

En fin, disculpen este lamento. Sinceramente, no estoy afirmando que yo tenga talento para dedicarme a ésto. Tampoco estoy afirmando que el jurado se mire el curriculum de los autores para elegir al ganador. Quizá sólo me he levantado un poco tonto hoy, he releido la noticia, y he sentido que se cerraba alguna puerta más. Una puerta demasiado grande, tal vez.


Pero que sepáis que los Ultomates seguirán por aquí con las mismas ganas.